Es importante mantener una alimentación variada y equilibrada para favorecer la salud materna, el desarrollo y crecimiento de la guagua. Incluir todos los tipos de alimentos, propiciar la ingesta de agua, y realizar al menos cuatro comidas diarias: desayuno, almuerzo, once y cena.
De la misma manera, la profesional destaca que existen algunos nutrientes que, por su función en el adecuado desarrollo del niño, deben tener un cuidado especial. Esto ocurre con el calcio, hierro y ácido fólico.
¿Qué alimentos se deberían consumir?
Pescados y mariscos: Son considerados muy beneficiosos siempre que se consuman cocidos y entre una y dos veces a la semana. Son fuente natural de ácidos grasos omega 3 (DHA y EPA), cuya ingesta se ha relacionado con un mejor desarrollo neuronal. Entre ellos destacan el salmón, trucha, corvina, palometa, bacalao, lenguado y pejerrey.
Vegetales, frutas y hortalizas
Legumbres
Frutos secos
Cereales, pan
Papas, tubérculos en general
Carnes, pollos y pavo bien cocidos
Huevos cocidos y lácteos pasteurizados
Suplementos nutricionales
Es necesario para el desarrollo de la guagua el consumo de ciertas vitaminas y minerales: una ingesta insuficiente en esta etapa de la vida puede tener consecuencias en el desarrollo del niño a futuro.
Se recomiendan los suplementos que se detallan a continuación, sin embargo, es esencial consultar con un especialista, de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
Ácido fólico: Es importante para prevenir defectos en el tubo neural del recién nacido.
Vitamina C: Es necesaria para absorber con mayor eficiencia el hierro, para la formación de tejidos y para convertir el ácido fólico en su forma activa. Se encuentra principalmente en cítricos y vegetales.
Vitamina B: Se encuentran en grandes cantidades en carnes, huevo, leche, cereales, legumbres, frutas y verduras.
Vitamina A: Para una mujer mayor de 25 años, la dieta normal aporta en forma suficiente los requerimientos de vitaminas A, D, E y K. Exagerar los aportes de vitamina A puede no ser seguro para el feto, mayor mente en el primer trimestre del embarazo.
Vitamina D: Las principales fuentes de vitamina D son el hígado, yema de huevo y lácteos.
Vitamina E: Se encuentra en su matorpia en los aceites vegetales, frutos secos, huevos y lácteos.
Vitamina K: Proviene de vegetales crucíferos, como brócoli o coliflor.
Hierro: Es importante para la formación de los glóbulos rojos del feto, la placenta y el cordón umbilical. Las fuentes alimentarias más importantes de este mineral son las carnes, pescados y aves.
Calcio: La recomendación de ingesta de calcio para una mujer que no está embarazada es de 1 g diario, en cambio, para una embarazada es de 1,5 g al día. Este requerimiento adicional es utilizado primordialmente para la formación de los huesos de la guagua. Las principales fuentes alimentarias de calcio son la leche y sus derivados como el queso, quesillo y yogurt.